La historia se labró con un centro desde la izquierda por parte de Junior Díaz, y que con astucia y coraje Ruiz pudo cerrar para sellar el triunfo Tricolor.
Y el coraje fue entendible, pues minutos antes el árbitro chileno Enrique Osses dejó de pitar una jugada que parecía un claro penal de Chiellini sobre Joel Campbell.
Antes Balotelli, asustó a Keylor Navas con un remate desviado por encima del arco, la más clara de Italia en todo el juego.
Así terminó la primera mitad, en medio de un enorme extasis, tanto en Recife como en todo Costa Rica.
La segunda mitad fue de un eterno aguante. 45 minutos con Italia encimando, golpeando la puerta de Navas y sumando hombres en ofensiva conforme pasaban los minutos.
Jorge Luis Pinto apeló al contragolpe, como si estuviera copiándole el libreto a su colega azurro Cesare Prandelli.
Leyó bien el libreto y cambió a jugadores agotados, para oxigenar al equipo. Así entró José Miguel Cubero por un cansado Yeltsin Tejeda; y un Marco Ureña por Campbell, que se ganó el sueldo fajándose arriba con cada defensa italiano.
Los minutos se quemaron y el 1-0 se hizo grande, así como David se agigantó ante Golliat, así como Costa Rica hoy se agigantó ante los más grandes del fútbol mundial.
